Instructor de artes marciales mixtas entrena estudiantes de todas las edades en Greenacres
Por CLAUDIA MOSCOSO
La Palma
Viernes, 23 de octubre del 2009

GREENACRES  — Sentado y con sus manos entrelazadas entre una de sus piernas, un instructor brasileño de artes marciales le contó a sus alumnos cómo un contrincante le fracturó la nariz de sólo un golpe cuando estaba entrenando en boxeo.

"Me golpeó tan duro que me partió la nariz de inmediato", recordó Christian Carvahlo, dueño de K2 MMA, un gimnasio de artes marciales mixtas en Greenacres, mientras calentaba con sus alumnos.

Carvahlo enseñó recientemente durante una clase nocturna a sus estudiantes adultos, algunos de los cuales serán parte del grupo de niños, adolescentes y adultos del gimnasio que participarán en la North American Grappling Association Championship el 21 y 22 de noviembre en Florida Atlantic University en Boca Ratón.

Carvahlo, de 32 años, le contó a sus alumnos que a raíz del golpe tuvo que ir al hospital luego de que su entrenador trató de enderezarle la nariz sin éxito. Allí le inyectaron siete veces la cara y le insertaron dos tubos de metal dentro de cada una de sus fosas nasales para arreglar su nariz.

Tres meses después desobedeció las órdenes médicas de no pelear y nuevamente se fracturó la nariz en el primer round de una pelea profesional, agregó.

"Fue una buena lección", dijo Carvahlo.

Antes de trasladarse a la Florida en el 2006, Carvahlo trabajó en Colorado como instructor de artes marciales y participó en competencias de grappling. En el 2002 se convirtió en peleador profesional y participó en eventos de artes marciales del estilo de la UFC.

Sus estudiantes incluyen abogados, ex Marines, y oficiales de diferentes departamentos de policía y del Sheriff del Condado de Palm Beach. Según Carvahlo, entre el 40 y el 50 por ciento de sus alumnos son de origen hispano. Randy Nash, un oficial de la policía de West Palm Beach y miembro del SWAT Team, dijo que aunque hay tácticas que enseñan en la academia de policía, en el gimnasio ha aprendido aún más.

"Aquí enseñan más cosas del mundo real, de lo que puede pasar y es un entrenamiento muy realista", agregó Nash, quien participará por primera vez en una competencia de NAGA en noviembre.

John Sanabria, de 19 años, dijo que asiste al gimnasio porque le encantan las artes marciales debido a que el ejercicio que realiza implica usar "todas las partes de su cuerpo al máximo".

Sanabria dice que también realiza este deporte para protegerse.

Yasmín Garay, de 29 años y de West Palm Beach, dijo que está tratando de ponerse en forma nuevamente luego de haber estado en los Marine Corps por siete años y tomar un descanso de hacer ejercicio por aproximadamente un año.

Carvahlo descubrió su pasión por la pelea cuando su madre lo inscribió en clases de artes marciales a los 8 años en su natal Manaus, Brasil. Ganó seis veces el título de la región del norte de Brasil en el campeonato estatal de grappling y a finales de 1990 obtuvo el segundo lugar dos veces en el torneo nacional de grappling.

Vino a EE.UU. a trabajar temporalmente en un parque de diversiones en Nueva Jersey, pero luego de terminar su trabajo, estuvo en Colorado, una de sus paradas mientras visitaba el país, y su vida cambió.

Allí no sólo obtuvo trabajo sino que también se casó con Aline y ahora la pareja tiene dos hijas, Julia, de 5 años y Sophia, de 2.

Carvahlo llegó a esta área en el 2006, y trabajó como conductor de Fedex en las mañanas e instructor de artes marciales en las tardes en varios gimnasios del área. En junio del 2008 abrió su gimnasio K2 MMA y duró un año trabajando sólo en el gimnasio. Con la recesión, muchos de sus estudiantes perdieron sus empleos y dejaron de tomar clases. A él le tocó conseguir otro trabajo al cual se dedica cuatro días a la semana además de enseñar.

"Sólo quiero vivir el sueño, he estado haciendo esto desde que era niño, esto no es un trabajo para mí".

Para más información, llame al (561) 828-1599 o visite k2life.com.